miércoles, 30 de abril de 2008

Estructura de la Iglesia Alianza

PROPÓSITOS

La iglesia Alianza Evangélica persigue cuatro grandes propósitos: exaltación, edificación, evangelismo y ayuda social

Exaltación: La iglesia Alianza existe para ofrecer a su congregación la oportunidad de adorar a Dios juntos.
…Sino que se despojó de sí mismo, tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo haciéndose obediente hasta la muerte, ¡y muerte de cruz! Por lo cual Dios también lo exaltó hasta lo sumo y le otorgó el nombre que es sobre todo nombre; para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, en la tierra y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor. Filipenses 2: 7-11

El propósito de la iglesia empieza con reconocer que no nos pertenecemos; sino, que somos comprados por la muerte de Cristo en la cruz, que él es el Señor, y no hay otro. Entronado con toda autoridad, Él es la cabeza de la iglesia. Así que, nosotros debemos seguir su voluntad revelada en las Escrituras, y darle gloria a Su Nombre. (Filipenses 2: 8-10; Efesios 1:22-23; 1 Corintios 6:19; Colosenses 1:18; 2: 8-10; 1 Pedro 1:18-19; Juan 19: 21; Marcos 14-16; Mateo 27-28).
La adoración es un estilo de vida.

Edificación: La iglesia Alianza existe para ayudar a su congregación a construir un fundamento bíblico, establecer una relación intima con Dios, descubrir y utilizar dones espirituales, y construir miembros participativos del cuerpo de Cristo.
… Y él mismo constituyó a unos apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, y a otros pastores y maestros, a fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos alcancemos la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, hasta ser un hombre de plena madurez, hasta la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. Efesios 4:11

Las herramientas para conocer a la iglesia Alianza Evangélica

Una de las metas principales de la iglesia debe ser la transformación de las vidas de cada uno de sus miembros. Ello, requiere un ministerio fuerte de enseñanza bíblica y de discipulado. Todos los miembros son independientes y forman parte del Cuerpo de Cristo. Por consiguiente, los dones recibidos del Espíritu Santo, deben ejercitarse para la edificación del cuerpo completo y para ayudarnos mutuamente a llevar las cargas. Así que, nosotros procuramos el desarrollo de las habilidades, dones y talentos de cada uno, “bien concertado y entrelazado por la cohesión que aportan todas las coyunturas, recibe su crecimiento de acuerdo con la actividad proporcionada de cada uno de los miembros, para ir edificándose en amor.” Efesios 4: 16
(Efesios 4: 11-13; 2 Timoteo 4:2-4; Tito 2:15; 3:15; Gálatas 6:1-2; 1 Corintios 12-14; Romanos 12: 4-8; Hebreos 3:13; 10: 24-25; Hechos 2: 42-47; 4: 34-35; Josué 1:8)
Evangelismo: La iglesia Alianza busca poder guiar a la gente de su entorno al conocimiento eterno de Cristo. Los miembros del cuerpo son animados a buscar a los no creyentes, según la dirección del Espíritu Santo, y tomar las oportunidades dadas por el Él de compartir Las Buenas Nuevas con ellos.
Jesús se acercó a ellos y les hablo diciendo: “Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra. Por tanto id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándoles en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado. Y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.” Mateo 28: 18-20

Aceptamos ésta comisión como la prioridad número uno, tanto de la iglesia, como para cada creyente en particular y es nuestro deseo compartir ampliamente las Buenas Nuevas del perdón de pecados en Jesucristo. Dios prepara y llama a cada creyente a una variedad de vocaciones y ministerios. La iglesia los adiestra por el Espíritu Santo, y los envía a testificar primero en Aguachica, después en Colombia y por último en todo el mundo. Es en cualquiera de dichos contextos que cada persona debe ser un testigo para Cristo en palabra y obra.

Ayuda Social: La iglesia Alianza existe como conciencia justa en el mundo, demostrando el amor y justicia de Dios tanto en palabra como en acción social.
“¡Entonces el Rey dirá a los de su derecha: ¡Venid, benditos de mi Padre! Heredad el reino que ha sido preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me diste de comer; tuve sed, y me diste de beber; fue forastero, y me recibisteis; estuve desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; estuve en la cárcel y vinisteis a mí” Mateo 25: 34-36

Dentro del concepto de la gran comisión, la iglesia persigue extender la compasión y conciencia de Cristo en un mundo lleno de injusticia, decadencia moral, corrupción y opresión. La iglesia debe cumplir con esta comisión de Cristo principalmente a través de la demostración del amor divino así como la justicia de manera teórica y práctica. (Lucas 3:10-14; 4:16-21; Hechos 4: 34-35; 2 Corintios 10:4; Gálatas 6:10; Santiago 2:14-26; 1 Juan 3: 16-20)


Principios de la política bíblica eclesiástica

¿Quién es la cabeza de la iglesia?
Y además, Él es la cabeza del cuerpo, que es la iglesia. Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo él sea preeminente; Colosenses 1:18

Cristo es la cabeza de la iglesia. Él es la fuente verdadera de todo lo que es y lo que hace la iglesia, y su gloria es el objetivo de toda actividad, función y motivo del cuerpo (la iglesia), tanto individual como colectivamente. (Colosenses 1: 18; 2:19; Efesios 1:22-23

¿De dónde recibe la iglesia dirección?
Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para la enseñanza, para la reprensión, para la corrección, para la instrucción en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente capacitado para toda buena obra. 2 Timoteo 3:16

Dios ha provisto sus pensamientos, consejos, mandatos y propósitos para su iglesia y su gente. No hay necesidad alguna de otra revelación.

¿De dónde recibe la iglesia su poder?
Pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo haya venido sobre vosotros, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra. Hechos 1:8
El Espíritu Santo es la fuente de todo poder de la iglesia. Su papel es morar en los creyentes y controlarlos para conformarlos el carácter de Cristo, e inducirlos a hacer su voluntad en la tierra.


Membresía

El propósito de la membresía
Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión, en el partimiento del pan y en las oraciones…Y todos los que creían se reunían y tenían todas las cosas en común…Ellos perseveraban unánimes en el templo día tras día, y partiendo el pan por casa, participaban de la comida con alegría y con sencillez. Hechos 2: 42-46
En el Nuevo Testamento nos presenta grupos identificables, primero y después comprometidos con Cristo como Señor, y después comprometidos los unos con los otros como un cuerpo local. (Romanos 16: 1; 1 Corintios 1: 2; 2 Corintios 8:1; Filipenses 1:1; Hechos 11:26)

Criterio para membresía
a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro: 1 Corintios 1:2

La membresía en la iglesia de la iglesia Alianza está abierta a cualquiera que:
1. Haya recibido a Jesucristo como Señor y Salvador.
2. Haya cumplido con el curso de adoctrinamiento establecido por los ancianos.
3. Se haya bautizado como creyente en Cristo.
4. Tenga por lo menos nueve meses asistiendo regularmente a las reuniones de la
iglesia, tanto los domingos como a los grupos pequeños.
5. Desee comprometerse a la Iglesia Alianza como un cuerpo local de creyentes en
una reunión de afirmación pública.


Cada año en el mes de enero los miembros actuales reconfirmarán su deseo de permanecer en la lista de miembros de la iglesia, auto-evaluando su compromiso y participación en el cuerpo. Este proceso se llevará a cabo a nivel de los grupos pequeños por el anciano encargado. Previa consulta con el anciano, cada miembro llenará una planilla de auto-evaluación y planificación para el año siguiente. Las planillas pasarán por un proceso de revisión por parte de los ancianos y quienes no desean recomprometerse en la membresía pueden obviar este proceso antes mencionado.

En el caso de los hermanos que vienen de otras iglesias hermanas, pueden presentar una carta de referencia de los líderes de su iglesia anterior para tramitar solicitud de membresía ante los ancianos.

Puede ser miembro toda persona mayor de 18 años, que llene los requisitos; excepción hecha de jóvenes menores de edad, que puedan en calidad de miembro ser orientado y supervisado por sus padres quienes también deberían ser miembros de la iglesia. Éste tipo de miembro tendrá iguales responsabilidades y gozará de iguales derechos dentro del cuerpo de la iglesia a excepción de aquellos actos o procedimientos de representación legal de la iglesia. (Hechos 2:38,41; Mateo 28:19-20)

Principios de responsabilidad y compromiso

Membresía en el cuerpo de Cristo requiere de sumisión a Cristo – un deseo de traer cada aspecto de la vida bajo su Señorío. Así que, es necesario que cada miembro de la iglesia Alianza esté viviendo en obediencia a los principios bíblicos de compromiso y responsabilidad con el cuerpo de Cristo, lo cual tiene su expresión práctica de la siguiente manera:

Acuerdo de la declaración de fe
4un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; 5un Señor, una fe, un bautismo, 6un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos. Efesios 4: 4-6

La unidad doctrinal es indispensable para la unidad relacional dentro del cuerpo de Cristo. En la iglesia Alianza, nos fundamentamos en las doctrinas históricas del Cristianismo Ortodoxo. Consideramos que un compromiso hacia estas esencias doctrinales es necesario para adquirir la membresía en la iglesia. Sostenemos una posición de “acuerdo en las doctrinas esenciales y de diálogo en las no esenciales”. Nuestra identificación de fe identifica las doctrinas esenciales en las cuales todo miembro tiene que estar de acuerdo. Queda entendido que todo miembro evitará afiliarse a grupos religiosos con doctrina contraria a la establecida en la Escritura. Otros asuntos de teología y práctica cristiana están abiertas a diálogo hecho en un espíritu de amor y unidad. (1 Timoteo 3:4-16)



DECLARACIÓN DOCTRINAL


Concerniente a las escrituras

Creemos que la Biblia es la revelación escrita de Dios, y que los sesenta y seis libros de la Biblia constituyen la plena palabra de Dios dada por el Espíritu Santo (I corintios 2:7-14, II Pedro 1:20-21).

Creemos que la palabra de Dios es una objetiva, proponente revelación (I Tesalonicenses 2:13), inspirada verbalmente (en cada palabra)(II Timoteo 3:16), absolutamente inherente es sus documentos originales (Isaías 30:8), infalible y alentada por Dios.

Creemos que las santas escrituras constituyen la única norma de fe y práctica (Mateo 5:18, 24:34-35, Juan 10:35, 16:12,13, 17:17; I Corintios 2:13; II Timoteo 3:15-17; Hebreos 4:12; II Pedro 1:20-21; 3:15, 16).

Creemos que Dios habló en su palabra escrita por medio de un proceso de dúo-autoría en el que el Espíritu Santo supervisó a los autores humanos de manera que, a través de sus personalidades individuales y formas particulares de escribir, compusieron y recordaron la palabra de Dios al hombre (II Pedro 1:20-21), sin error alguno en la obra completa ni en cualquier parte (Isaías 30:8, 40:8; Mateo 5:18; II Timoteo 3:16).

Concerniente a Dios

Creemos que solo hay un Dios viviente y verdadero (Deuteronomio 6:4; Isaías 45:5-7; I corintios 8:4), que es un Espíritu infinito y todo suficiente (Juan 4:24), perfecto en todos sus atributos, uno en esencia pero existente eternamente en tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo (Mateo 28:19; salmo 139:8; II corintios 13:14) los cuales de igual manera merecen la misma adoración, y obediencia (Hechos 17:24,29; I corintios 8:6; Apocalipsis 19:10).

Dios el Padre

Dios el Padre - la primera persona de la trinidad - ordena y dispone todas las cosas según su propio propósito y gracia (salmos 145:8,9; I corintios 8:6). Como el gobernante supremo y absoluto del universo. ÉL es soberano en creación, providencia y redención (salmos 103:19; Job 1:6, Romanos 11:33). Él es Creador de todas las cosas (génesis 1). Su posición como Padre denota una relación espiritual primero entre la trinidad; y secundariamente, con el hombre, por la creación está relacionado con todo hombre, pero espiritualmente solo se relaciona con creyentes. Él ha decretado que será para su gloria toda cosa que pasa, y que continuamente sostiene, dirige, y gobierna todo evento y criatura (I Crónicas 29:11). Esto lo hace de manera que no sea el autor y aprobador del pecado (Juan 8:38-44), tampoco niega la responsabilidad personal de las criaturas inteligentes y morales (I Pedro 1:17). Por su gracia ha elegido eternamente aquellos que serán suyos (Efesios 1:3-6); ÉL salva del pecado a todos los que acuden a Él por medio de Jesucristo; y Él se relaciona con los que son suyos como Padre (Lucas 3:38; Juan 1:12,18; Efesios 1:3-6; Hebreos 12:5-9).

Dios el hijo

Jesucristo - la segunda persona de la trinidad - posee todas las excelencias divinas; en las cuales es co-igual, co-substancial, y co-eterno con el Padre (Juan 10:27-30; Juan 14:9-13)

Creemos que en la encarnación Él se despojó sólo de las prerrogativas de la deidad pero no de la naturaleza divina, ni aún parcialmente. En su encarnación la naturaleza divina se vinculó con su naturaleza humana para formar una unión indisoluble y se convirtió en el Dios-hombre (filipenses 2:5-8)

Creemos que el señor Jesucristo nació de una virgen (Isaías 7:14; Mateo 1:25; Lucas 1:26-35), y Él es Dios hecho carne (Juan 1:1,3,14,18; I Juan 1:3), y que el propósito de la encarnación fue de revelar a Dios, redimir a los hombres, y que Jesucristo reinará sobre el reino de Dios (salmo 2:7-9; Isaías 9:6; Hebreos 7:25,26; I Pedro 1:19, 2:22; Juan 1:29).

Creemos que en la encarnación, la segunda persona de la trinidad se despojó a su derecho a las plenas prerrogativas de la coexistencia de Dios para asumir el lugar de un Hijo y una existencia de siervo; sin embargo, Él no se desvistió de sus atributos divinos (Filipenses 2:5-8).
Creemos que el Señor Jesucristo logró la redención de sus hijos por su muerte en la cruz, que su muerte fue voluntaria, vicaria, sustitutoria, propiciatoria, y redentora (I Pedro 2:24, Romanos 3:25, 5:8).


Creemos que basado en la eficacia de la muerte de Cristo, el creyente pecador es librado del castigo y del poder del pecado. Asimismo, algún día estará libre de la presencia actual del pecado. De igual forma, el creyente es declarado justo, ha recibido vida eterna, y fue admitido en la familia de Dios. (Juan 10:15; II Corintios 5:14, 15; I Pedro 2:24, 3:18; Romanos 3:25, 5:8,29).

Creemos que nuestra justificación fue asegurada por la literal y física resurrección de la muerte de Cristo. Y que Él ascendió a la diestra del Padre donde actualmente está ministrando como nuestro abogado y sumo sacerdote (Mateo 28:6; Lucas 24:38-39; Hechos 2:30-33; Hebreos 7:24,25, 9:24; Romanos 4:25; I Juan 2:1).

Creemos que en la resurrección de Cristo del sepulcro, Dios confirmó la deidad de Cristo y aceptó la obra expiatoria de Cristo en la cruz, y que de igual manera su resurrección corporal es la garantía de la futura resurrección a la vida de todo creyente (Juan 14:19; Romanos 1:4, 6:5-10; I Corintios 15:20-23; Juan 5:28,29).

Creemos que Cristo volverá para recibir a la iglesia, la cual es su cuerpo en el rapto. Y volviendo con su iglesia en gloria, establecerá su Reino en su manifestación de los mil años (Hechos 1:9-11; I Tesalonicenses 4:13-18; Apocalipsis 20)

Creemos que el señor Jesucristo es el medio por el cual Dios juzgará a todo hombre (Juan 5:22-23), incluyendo a:

1. Los creyentes (II Corintios 5:10; I Corintios 3:10-15)
2. Los habitantes vivos de la tierra en su glorioso regreso (Mateo
25:31-46).
3. Los muertos no creyentes ante el Gran Trono Blanco (Apocalipsis
20:11-15
Como el único mediador entre Dios y el hombre (I Timoteo 2:5), la cabeza de su cuerpo, la Iglesia (Efesios 5:23, 1:22; Colosenses 1:18), el Rey universal y venidero, quien reinará en el trono de David (Isaías 9:6), es el último juez de todos aquellos que fallan en depositar su fe y confianza en Él como el Señor de la vida y salvador del pecado (Lucas 1:1-33; Hechos 17: 30, 31; Mateo 25:14-16; Hebreos 7:25).




Dios el Espíritu Santo

Creemos que el Espíritu Santo es una Persona, eterna y no creada que posee todas las excelencias divinas, entre las que Él es co-igual con el Padre y el Hijo siendo co-substancial con ellos (Hechos 5:3,4), también:

1. Compare: Isaías 6:8-10 con Hechos 28:25,26
2. El Espíritu Santo es una persona
ü Intelecto: I Corintios 2:10-13
ü Emoción: Efesios 4:30
ü Voluntad: I Corintios 12:11
3. Compare: Jeremías 31:31-34 con Hebreos 10:15-17
4. El Espíritu Santo es Dios
ü Co-igual: Mateo 28:19; II Corintios 13:14; I Corintios 12:4-6
ü Eterno: Hebreos 9:14
ü Omnipresente: Salmo 139:7-10
ü Omnisciente: Isaías 40:13,14
ü Omnipotente: I Corintios 12:11
ü Verdad: Juan 16:13

Creemos que es la obra del Espíritu Santo ejercer la voluntad divina con relación al mundo de los hombres. Y ha de reconocerse su actividad soberana en la creación, la encarnación, la revelación escrita, y la obra de salvación (Génesis 1:2; Mateo 1:18; Juan 3:5-7; II Pedro 1:20,21).

Creemos que la obra del Espíritu Santo de la presente época comenzó en el Pentecostés cuando vino del Padre, como fue prometido por Cristo, (Juan 14:16,17, 16:26) para iniciar y completar la edificación del cuerpo de Cristo, que es la iglesia (I Corintios 12:13). El enfoque general de su actividad divina incluye: convencer al mundo del pecado, de justicia y de juicio; también incluye glorificar al Señor Jesucristo, y transformar a los creyentes a la semejanza de Cristo (Juan 16:7-9; Hechos 1:5; II Corintios 3:18; Efesios 2:22).

Creemos que el Espíritu Santo es el intermediario sobrenatural y soberano en la regeneración, que bautiza a todo creyente en el cuerpo de Cristo (I Corintios 12:13) y que los habita, santifica, instruye, prepara para el servicio, y sella hasta el día de redención (Juan 16:8-11; Hechos 1:5; II Corintios 1:21,22; 3:6; Romanos 8:9,26; Efesios 1:13).

Creemos que el espíritu Santo es el maestro divino quien guió a los apóstoles en toda verdad, mientras se sujetaban a la revelación de Dios en las escrituras. Todo creyente posee la presencia del Espíritu Santo quien mora en él desde el día de la salvación en adelante. Y es deber de todos los nacidos del Espíritu, ser llenos del Espíritu (Juan 16:13; Romanos 8:9; Efesios 5:18; I Juan 2:20,27).

Creemos que solamente el Espíritu Santo administra los dones espirituales a la iglesia, no para glorificarse a sí misma ni a los mismos dones por exhibiciones ostentosas, sino para glorificar a Cristo e implementar su obra de redimir a los perdidos y edificar a los creyentes en su fe (Juan 16:13-14; Hechos 1:8; I Corintios 12:4-11; II Corintios 3:18).

Al respecto, creemos que Dios el Espíritu Santo es soberano en el otorgamiento de todos sus dones con el fin de perfeccionar a los santos hoy día; y que hablar en lenguas (idiomas no aprendidos) y la obra de señales milagrosas cesaron gradualmente a medida que las Escrituras del Nuevo Testamento se completaron y su autoridad se estableció (I Corintios 12:4-11; II Corintios 12:12; Efesios 4:7-12; Hebreos 2:1-4; I Tesalonicenses 5:11).

Concerniente al Hombre

Creemos que el hombre fue creado directa e inmediatamente por Dios a su imagen y semejanza. Él fue creado libre del pecado con una naturaleza racional, inteligencia (volición), autodeterminación, y responsabilidad moral ante Dios (Génesis 1:26-28; 2:15-25; I Tesalonicenses 5:23; Santiago 3:9).

Creemos que el propósito de la creación del hombre tiene la intención divina de que él, glorifique a Dios. Lo cual, incluye gozar de su compañerismo y vivir en la voluntad de Dios y así, cumplir con su propósito para el hombre en el mundo (Génesis 1:26-30; Isaías 43:7; Colosenses 1:16; Apocalipsis 4:11).

Creemos que por medio del pecado de desobediencia a la Palabra de Dios y a Su voluntad revelada, el hombre perdió su inocencia; recibió el castigo de la muerte espiritual y física; se hizo objeto de la ira de Dios, intrínsecamente corrupto y completamente incapaz de elegir o hacer lo que es aceptable delante de Dios; aparte de la gracia divina. No siendo hábil y sin poder suficiente como para recuperarse de esta condición, él está irremediablemente perdido; excepto por la salvación que viene por medio de la obra redentora del Señor Jesucristo (Génesis 2:15,17, 3:1-19; Juan 3:36; Romanos 3:23, 6:23; I Corintios 2:14; Efesios 2:1-3; I Timoteo 2:13,14; I Juan 1:8).
Creemos que todo hombre proviene de la naturaleza de un solo hombre: Adán. Y que, la consecuencia de su pecado ha sido transmitida (imputada) a todos los hombres de todas las edades, siendo solo Jesucristo la única excepción. Por lo tanto, Dios declara que todos los hombres son pecadores, por naturaleza y por elección propia (salmo 14:1-3; Jeremías 17:9; Romanos 3:18,23; 5:12-20; Santiago 2:10).

Concerniente a la salvación

Creemos que la salvación es completamente por gracia, a través de la redención de Jesucristo y el mérito de su sangre derramada; no partiendo de una base de mérito humano, o buenas obras (Juan 1:12; Efesios 1:7, 2:8-10; I Pedro 1:18,19).

Regeneración

Creemos que la regeneración es una obra sobrenatural del Espíritu Santo por medio de la cual la naturaleza y vida divina son imputadas (Juan 3:3-7). Es instantáneo y se logra solamente por el poder del Espíritu Santo y por medio del instrumento de la palabra de Dios (Juan 5:24), con tal de asegurar la obediencia voluntaria al evangelio. La Regeneración se manifiesta por arrepentimiento, la fe y la vida justa. Las buenas obras constituyen la evidencia apropiada y el fruto (I Corintios 6:19,20; Efesios 2:10), y se experimentarán a medida que el creyente se sujeta al control del Espíritu Santo en su vida por medio de la obediencia fiel a la palabra de Dios (Efesios 5:17-21; Filipenses 2:12b; Colosenses 3:16; 2 Pedro 1:4-10). Esta hace que el creyente vaya amoldándose progresivamente a la semejanza de Jesucristo (II Corintios 3:18) y tal amoldamiento se culmina en la glorificación del creyente en la segunda venida de Cristo. (Romanos 8:17; II Corintios 5:17; I Pedro 1:23; II Pedro 1:4; I Juan 3:2-3.

Elección

Creemos que la elección es el acto por medio del cual, ante la formación del mundo, Él escogió en Cristo los que, misericordiosamente regenera, salva y santifica (Marcos 13:27; Efesios 1:4-11; II Tesalonicenses 2:13; II Timoteo 2:10; I Pedro 1:1-2; Romanos 8:28-33).

Creemos que la elección es consiente con la responsabilidad del hombre, porque comprende todos los medios relacionados con el fin logrado (Juan 6:37,44; Hechos 13:48; II Tesalonicenses 2:13; Efesios 1:12,13,15; Filipenses 2:12b-13).
Creemos que la elección debe ser entendida como si partiera meramente de una soberanía abstracta. Dios es verdaderamente soberano, pero ejerce su soberanía en armonía con Sus otros atributos, especialmente su omnisciencia, justicia, santidad y sabiduría ( Romanos 9:11-16). Esta soberanía no debe exaltar la voluntad de Dios separada de Su carácter, como se reveló en el Señor Jesucristo (Mateo 11:25-28; Juan 1:13; II Timoteo 1:9; II Pedro 3:9).

Justificación

Creemos que la justificación ante Dios es un acto por medio del cual Él declara justos a quienes creen en Cristo (Romanos 8:33). Esta no depende de cualquier virtud u obra humana (Romanos 3:20), e involucra la imputación de nuestros pecados a Cristo (Colosenses 2:14; II Pedro 3:18), y la imputación de la justicia de Cristo a nosotros (Romanos 4:6; I Corintios 1:30; II Corintios 5:21), “… para que él sea justo y a la vez justificador del que tiene fe en Jesús.” (Romanos 3:20,26; 4:3-5).


Santificación

Creemos que todo creyente es apartado (santificado) para Dios por la muerte del señor Jesucristo. Asimismo, todo creyente es declarado santo identificado como un santo. Esto, no es una santificación progresiva y se refiere a su posición actual ante Dios y no a su presente estado (Hebreos 20:32; I Corintios 1:2,30, 6:11; II Tesalonicenses 2:13; I Pedro 1:2; Hebreos 2:11; 3:1; 10:10,14; 13:12; Judas 11).

Creemos que hay, por obra del Espíritu Santo, una santificación práctica por medio de la cual el presente estado del creyente es progresivamente llevado más cerca de la posición que se goza por la justificación. Por obediencia a la palabra de Dios y el poder del Espíritu Santo, el creyente es capaz de vivir una vida de santidad creciente en conformidad a la voluntad de Dios, haciéndose más y más semejante al Señor Jesucristo (Juan 17:17,19; Romanos 6:1-22; 2 Corintios 3:18; Efesios 5:26; I Tesalonicenses 4:3,4; 5.23).

Respecto a eso, creemos que toda persona salva está involucrada en un conflicto: El hombre nuevo en Cristo se opone a la carne; sin embargo, la provisión adecuada está disponible para la victoria por el poder del espíritu Santo quien nos habita. Esta lucha permanece con el creyente y no se termina por completo durante su vida terrenal. Toda pretensión de la erradicación del pecado en esta vida es anti-bíblica. La erradicación de la naturaleza pecaminosa en esta vida no es posible; sin embargo, el Espíritu Santo puede proveer la victoria sobre el mismo (Gálatas 5:16-25; Efesios 4:22-24; Colosenses 3:9,10; I Pedro 1:14-16; I Juan 3:5-9; Filipenses 3:12).

Seguridad

Creemos que una vez salvos, todos los redimidos son guardados por el poder de Dios y de esa forma seguros en Cristo para siempre (Juan 5:24; 6:37-50; 10:27-30; 17:15-20; Romanos 5:9,10; 8:1, 31-39; I Corintios 1:4-8; Efesios 4:30; Hebreos 7:25; 13:5; I Pedro 1:5; Judas 24).

Creemos que es el privilegio de los creyentes gozar en la seguridad de su salvación dada por el testimonio de la palabra de Dios; la cual a la vez, prohíbe el uso de la libertad cristiana para ocasionar una vida pecaminosa y carnal (Romanos 6:15-22; 13:13,14; Gálatas 5:13,25,26; Tito 2:11-15).

Separación

Creemos que la doctrina de la separación del pecado es claramente evidente a lo largo del Antiguo y Nuevo Testamento, y que las escrituras indican claramente que en los últimos días la apostasía y mundanalidad aumentarán (II Corintios 6:14-7:1; II Timoteo 3:1-5).

Creemos que todos los salvos deberían vivir de manera irreprochable para su Salvador y Señor, y que la separación de toda clase de apostasía religiosa, y prácticas mundanas y pecaminosas es un mandato de Dios (Romanos 12:1,2; 14:13; II Corintios 6:14-7:1; II Timoteo 3:1-5; I Juan 2:15-17; II Juan 9-11; I Corintios 5:9-13).

Creemos que los creyentes deberían mantenerse separados para el Señor Jesucristo (Levítico 19:2; Juan 15:1-5; Gálatas 5:16; I Tesalonicenses 2:11,12; II Tesalonicenses 1:11,12; Hebreos 12:1-2).

CONCERNIENTE A LA IGLESIA

Creemos que todos los que ponen su fe en Jesucristo inmediatamente son bautizados por el Espíritu Santo en un solo cuerpo unido espiritualmente: la iglesia (I Corintios 12:12,13; sobre el cual Cristo es la cabeza (Efesios 1:22; 4:15; Colosenses 1:18); y que es Su Esposa (II Corintios 11:2; Efesios 5:23-32; Apocalipsis 19:7,8).

Creemos que la formación del cuerpo de la iglesia se inició en el día de Pentecostés (Hechos 2:1-21, 38-47), y tendrá su clausura en la segunda venida de Cristo por los suyos en el rapto (I Corintios 15:15-47; I Tesalonicenses 4:13-18).


Por lo tanto creemos que la iglesia es un organismo único y espiritual (Mateo 16:18) compuesto por todos los creyentes renacidos en la presente época (Efesios 2:11-22; 3:1-6). La iglesia es distinta de Israel (I Corintios 10:32), un ministerio que no fue revelado hasta la presente época (Efesios 3:1-6; 5:32).

Creemos que el establecimiento y continuidad de iglesias locales se enseña claramente en las escrituras del Nuevo Testamento (Hechos 14:23,27; 20:17,28; Gálatas 1:2; Filipenses 1:1; I Tesalonicenses 1:1; 2 Tesalonicenses 1:1), y que los miembros del único y espiritual cuerpo son dirigidos a asociarse y unirse en asambleas locales (I Corintios 11:18-20; Hebreos 10:25).

Creemos que la única y suprema autoridad sobre la iglesia es Cristo (Hechos 2:42-47; I Corintios 11:3; Efesios 1:22; Colosenses 1:18), y que el orden, disciplina, y adoración son asignados por su soberanía. Los directores que son asignados bíblicamente y sirven bajo Cristo y sobre la asamblea son los ancianos, que también son llamados obispos, pastores y pastores-maestros (Hechos 20:28; Efesios 4:11), junto con los diáconos deben ajustarse a pautas bíblicas semejantes ( I Timoteo 3:1-13; Tito 1:5-9; I Pedro5:1-5).

Creemos que estos líderes guían o dirigen en lugar de Cristo (I Timoteo 5:17-22), y tienen su autoridad en la dirección de la iglesia. La congregación debe someterse a su liderazgo (Hebreos 13:7, 17).

Creemos que la disciplina de los miembros que pequen sin arrepentimiento es apropiada siempre que se ajusten a las pautas bíblicas (Mateo 18:15-22; Hechos 5:1; I Corintios 5:1, 13; II Tesalonicenses 3:6-15; I Timoteo 1:19-20; Tito 1:1,16).

Creemos en la autonomía de la iglesia local, libre de cualquier autoridad o control externo, con el derecho de auto-gobernarse y libre de intervención alguna de jerarquía individual u organizativa (Tito 1:5). Es bíblico que las iglesias verdaderas colaboren entre sí para la presentación y propagación de la fe. Sin embargo, cada iglesia por medio de sus ancianos y su interpretación y aplicación de las escrituras, es la única autoridad de la medida y método de su colaboración. Asimismo, es autónoma en cuanto a asuntos de la membresía, política, disciplina, benevolencia, y gobierno (Hechos 15:19-31; 20:28; I Corintios 5:4-7, 13; I Pedro 5:1-4).

Creemos que el propósito de la iglesia es glorificar Dios (Efesios 3:21) por medio de hacer discípulos de todas las naciones en obediencia al mandato de Cristo en Mateo 29:18-20. Esto incluye: Primero, predicar el Evangelio y segundo, enseñar el consejo completo de Dios. Una descripción de la iglesia primitiva en Hechos 2:42-47, ofrece una perspectiva más detallada de las actividades que se deben practicar en la iglesia:

La edificación del Cuerpo con respecto a la fe

ü por medio de la edificación de la palabra (v. 42); Efesios 4:13-16; II Timoteo 2:2,15; 3:16,17
ü por medio del compañerismo (v. 42); I Juan 1:3
ü por medio de observar las ordenanzas (Hechos 2:38-42); Lucas 22:19
ü Por medio de compartir y suplir las necesidades de cada miembro (v. 44;45)
ü por medio de la adoración dinámica (v. 43)
ü Y por medio de avanzar y comunicar el Evangelio al mundo entero (v.47; Hechos 1:8; Mateo 28:18-20).

Creemos en el llamado de todos los santos a la obra del ministerio (I Corintios 15:58; Efesios 4:12; Apocalipsis 22:12).

Creemos en alcanzar el Propósito de Dios en el mundo y para lograrlo Él ha dado a la iglesia dones espirituales. Primero, provee dones a los hombres con el propósito de equipar a los santos para trabajar en su ministerio (Efesios 4:7-12); así como también provee de capacidades o dones especiales y únicos para cada miembro del cuerpo de Cristo (Romanos 12:5-8; I Corintios 12:4-31; I Pedro 4:10,11). Al momento del nacimiento espiritual, cada creyente recibe tales dones (I Corintios 12:4-13). Dichos dones son otorgados soberanamente sin participación o merecimiento humano alguno (I Corintios 12:11). Es menester que cada creyente descubra, desarrolle y emplee su don espiritual para la edificación del cuerpo y alcanzar el cumplimiento de la obra de Cristo en el mundo (Romanos 12:3-8; I Pedro 4:10,11).

Se ha producido una declinación paulatina de los dones milagrosos en la iglesia, especialmente en el caso del “don de lenguas”, tal como lo ilustra Pablo en I Corintios 14:2-19; así como la virtual ausencia de éstos en el Antiguo Testamento y de su uso actual, podría decirse que El Espír
EL PUEBLO DE LA PALABRA DE DIOS
EFESIOS 4:11-13
Y el mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.itu Santo proveyó dos clases de dones: Dones confirmatorios temporales y dones edificantes permanentes. Debido a que en el Nuevo Testamento se completa al fin toda la revelación y se establece su autoridad definitiva (I Corintios 13:8-10; II Corintios 12:12; Hebreos 2:3,4; Hechos 19:11,12; I Corintios 12:1-31), los dones confirmatorios no se necesitaron por más tiempo (I Corintios 13:8-12) con el propósito de evaluar el valor de un hombre y su mensaje, ya que ellos pueden ser falsificados por Satanás y confundir o engañar aun a los creyentes (I Corintios 13:13, 14; Colosenses 2:18; Apocalipsis 13:13, 14; II Tesalonicenses 2:1-12).

Creemos en la institución de dos ordenanzas para la iglesia local: el bautismo cristiano (por inmersión en agua) constituye un testimonio público para cada creyente, y tiene el privilegio de publicar su fe en Cristo crucificado, sepultado y resucitado como Salvador, así como nuestra unión con Él y nuestra muerte al pecado para resucitar a una nueva vida (Romanos 6:1-11; Hechos 8:36-39). Constituye también una señal de compañerismo e identificación inequívoca con el cuerpo de Cristo, la iglesia (Hechos 2:41, 42).

Creemos que la Santa Cena es una conmemoración y proclamación de su muerte hasta que Él regrese y que cada creyente debe realizar una auto evaluación de su condición espiritual solemnemente (I Corintios 11:23-38). Creemos que mientras Cristo no se halle corporalmente entre nosotros, la Santa Cena constituye una comunión permanente con el Jesucristo resucitado quien está presente de forma única compartiendo con su gente (I Corintios 10:1,6).

Amen










Cuidado del andar personal con Cristo
1. El desarrollo del tiempo privado devocional.
5Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. 6El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden. 7Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. Juan 15: 5-7

El permanecer en Cristo es fundamental para ser un discípulo de Cristo. (Juan 8:31-32). Permanecer en Cristo es “continuar, agarrarse, pegarse” a Él. Requiere obediencia a Él, escuchar su voz a través de su Palabra, su Espíritu y la oración. Los miembros de la iglesia Alianza son responsables de practicar la permanencia en Cristo, como norma de su vida.

2. El participar de las reuniones corporales de la iglesia. (Mateo 6:33; Romanos
14:7-8; 2 Corintios 5:15; Filipenses 2:5-7; Hebreos 10: 24-25)
Considerémonos unos a los otros para estimularnos al amor y a las buenas obras. No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre; más bien, exhortémonos, y con mayor razón cuando veis que el día se acerca. Hebreos 10: 24-25

En la iglesia Alianza tenemos dos reuniones corporales principales de la iglesia, la adoración los domingos y las reuniones de los grupos pequeños. Los miembros de la iglesia Alianza adquieren la responsabilidad no sólo de asistir; sino, de participar en éstas dos reuniones como prioridad.

Para el resto de las reuniones corporales principales de la iglesia, se requiere que los miembros lleven un estilo de vida que demuestre un compromiso relacional con los demás hermanos del cuerpo. (Hechos 2:42-47; Hebreos 3:13). Dicho estilo de vida se caracteriza por un espíritu de amor, cuidado y ánimo mutuo, llevando nuestras cargas los unos a los otros. Debemos preocuparnos por el crecimiento los unos por los otros, estimulándonos a caminar más profundamente con Cristo. (Salmo133; Romanos 12:10; 1 Corintios 1:9; Gálatas 6:2; Filipenses 2: 1-3)

Dado que el pecado obstaculiza el camino con el Señor e impide el compañerismo entre hermanos, la Biblia nos manda a enfrentarnos en amor a ese pecado, “procurando con diligencia guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz” (Efesios 4:3; Lucas 17:3-4; Hechos 4: 32-34; Gálatas 6:1; Efesios 4:29-32; 1 Juan 1:7)

Llevando una vida de mayordomía fiel
Ahora bien, lo que se requiere de los es cada uno sea hallado fiel. 1 Corintios 4:2

La mayordomía involucra el manejo de los recursos que Dios nos ha encomendado de tal forma que el mismo reciba la gloria y otros sean servidos. Cada uno ha recibido habilidades sobrenaturales (dones espirituales) y recursos naturales (talentos y posesiones). Es nuestra meta como miembros de la iglesia invertir nuestros dones y habilidades de tal manera que tengan un impacto eterno.

1. Utilizando los dones espirituales en el ministerio de la iglesia

Reconocemos que el cuerpo de Cristo está compuesto por miembros independientes, cada uno capacitando únicamente por el Espíritu Santo con el propósito de edificar a la iglesia. Pro consiguiente, cada miembro debe identificar, adiestrar y buscar cómo utilizar su don dentro del ministerio de la iglesia con el apoyo y afirmación del cuerpo. (Mateo 25: 14-30; Romanos 12:4-6; 1 Corintios 12y 14; Efesios 4: 11.13)

2. Manejando los recursos materiales fielmente

El hecho de que hemos sido comprados por Cristo con su sangre derramada en la cruz significa que todo lo que tenemos es propiedad de Él, y Su reino debe ser nuestro tesoro verdadero. (Proverbios 3:9-10; Malaquías 3:8-10; Mateo 6: 19-22,33; 13: 44; 23:23; Lucas 6:38; 21: 1-4; 2 Corintios 3: 1-9:15; Efesios 1:7; Filipenses 3:7-8; Hebreos 9: 11-14; 1 Pedro 1: 17-19)

La Biblia enseña como norma, la ofrenda voluntaria y como cada cual haya prosperado. Además, debemos procurar dar aún más, demostrando obediencia a los principios bíblicos del Nuevo Testamento, y “Esto, para que seáis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce acciones de gracias a Dios por medio de nosotros. (2 Corintios 9:11)

¿Cómo se guía la iglesia?
Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois huerto de Dios, edificio de Dios. Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, como perito arquitecto he puesto el fundamento, y otro está edificando encima. Pero cada uno mire cómo edifica encima, 1 Corintios 3: 9-10.

El plan de Dios para el liderazgo de la iglesia se revela en la Escritura. Él dio inicio a la iglesia a través de hombres capacitados por el Espíritu Santo como “…apóstoles, a otros pastores, a otros evangelistas, y a otros pastores y maestros, a fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos alcancemos la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, hasta ser un hombre de plena madurez, hasta la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. (Efesios 4:11-13). Estos hombres bajo la dirección del Espíritu Santo, iniciaron el movimiento y establecieron iglesias a través de sus enseñanzas y predicaciones. (Efesios 4: 11-14; Romanos 15:20).

Tened cuidado por vosotros mismos y por todo el rebaño sobre el cual el Espíritu Santo os ha puesto, como obispos {Comp. Filipeneses 1:1; 1 Timoteo 3:2; Tito 1:7} para pastorear la iglesia del Señor, la cual adquirió para si mediante su propia sangre. Hechos 20:28
5Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé, Tito 1:5.

Mientras se establecieron las iglesias en la fe, y cuando más de un hombre se hizo calificado, fueron nombrados ancianos para pastoreo en la iglesia. A los ancianos fue dado la última responsabilidad y cuidado, particularmente por la de su cuerpo local. (Hechos 20:28; 1 Timoteo 3:1-7; Hechos 14:23; Tito 1:5-9; 1 Timoteo 5:17; 1 Pedro 5:1-4; Hechos 20: 28-32)

Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar. 1 Timoteo 5:17

Algunos ancianos darán más tiempo al liderazgo espiritual que otros y por eso serán llamados a cargar más responsabilidad. Ellos, entonces serían dignos de “doble honor” (generalmente entendido como remuneración monetaria)

Entonces los doce convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas. 3Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo. Hechos 6:2-3

Como era necesario, los diáconos fueron nombrados para servir en la iglesia, particularmente en aquellas áreas en que los ancianos necesitaban ser aliviados para poder atender sus responsabilidades bíblicas (Hechos 6).

Estos líderes, ancianos y diáconos, junto con todos los miembros, forman un organismo único – un microcosmo de la iglesia universal. Mientras todos los miembros en la iglesia de Cristo son iguales, con el propósito de establecer orden dentro de la iglesia, los ancianos mantienen la magna autoridad y responsabilidad. Se requiere de cada miembro de la iglesia, apoyar y someterse al liderazgo de los ancianos y diáconos, siendo obedientes a la norma bíblica en Hebreos 13:17, “Obedeced a vuestros dirigentes, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y sin quejarse, porque esto no os sería provechoso.” (1 Corintios 16:16¸1 Tesalonicenses 5: 12-13)



los ancianos

EL PAPEL BÍBLICO DE LOS ANCIANOS

1. Pastorear el rebaño
Sirviendo con humildad, los ancianos deben guiar, dirigir, cuidad y proteger al cuerpo, procurando alcanzar sus necesidades y asistir de cualquier manera que sea necesaria, advirtiéndole de influencias dañinas y protegiéndole de falsos profetas y enseñanzas.
2. Guiar a través del ejemplo
Los ancianos deben proveer un modelo bíblico con su estilo de vida como patrón de una vida ordenada y controlada por Dios en todo aspecto, con un solo propósito: glorificar a Dios. (1 Pedro 5:3)
3. Enseñar y exhortar
Los ancianos tienen la responsabilidad de proveer enseñanza bíblica oportuna y correcta con amonestación si también es necesario. (1 Timoteo 3:2; Tito 1:9)
4. Refutar a los que contradicen la verdad
Los ancianos deben enfrentarse con cualquiera en la iglesia que esté enseñando una doctrina dañina o llevando un estilo de vida no agradable a Dios. Así que, los ancianos cuidan el rebaño de las entradas que quieren utilizar Satanás para desacreditar a la iglesia tanto consigo misma como con la comunidad. (Hechos 20:29-31; Tito 1:9)
5. Manejar a la iglesia de Dios
Los ancianos cuidan de la iglesia de Dios, contando con la ayuda de otros líderes también. Tienen que ser aquellos que pueden gobernar bien. (1 Timoteo 3:5; 1 Timoteo 5:7)
6. Orar por los enfermos
Los ancianos deben orar por la saluda de la iglesia tanto física como espiritual. (Santiago 5:14)

LAS CALIFICACIONES DE UN ANCIANO

Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar; 3no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro; 4que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad 5(pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?); 6no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 7También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo.1 Timoteo 1: 2-7

el que fuere irreprensible, marido de una sola mujer, y tenga hijos creyentes que no estén acusados de disolución ni de rebeldía. 7Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador de Dios; no soberbio, no iracundo, no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, 8sino hospedador, amante de lo bueno, sobrio, justo, santo, dueño de sí mismo, 9retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen. Tito 1: 6-9

1. Irreprensible
El anciano debe llevar una vida sin modelos de desobediencia o causa por cual
acusarle
2. Marido de una sola mujer
Los ancianos deben estar 100% comprometidos con su esposa (“hombre de una
sola mujer”)
3. Sobrio
Los ancianos debe ser auto dominados, libre de toda esclavitud y excusas.
4. Prudente
Los ancianos deben ser sensibles, sabios, balanceados en juicio, no dados a
hacer decisiones rápidas basadas en un pensar inmaduro
5. Decoroso
Los ancianos deben demostrar una vida ordenada con un buen comportamiento.
6. Hospitalario
Los ancianos deben estar dispuestos a compartir sus recursos con los demás en
la iglesia
7. Apto para enseñar
Los ancianos tienen que saber como comunicar la Palabra de Dios y amonestar
con sana doctrina sin ser duros con los hermanos. (2 Timoteo 2:2; 2:24)
8. No adicto al alcohol
Los ancianos deben estar libres de adicciones y dispuestos a auto limitarse a sus
libertades personales por otros.
9. No violento
Los ancianos deben ser gentiles, caracterizados por paciencia. No deben
enojarse rápido, sino ejercitar paciencia en situaciones difíciles.
10. No contencioso
Los ancianos no deben involucrarse en argumentos necios ni ser litigiosos
11. No amante del dinero
Los ancianos deben servir de ejemplo a la iglesia, como dar con sacrificio y no
trabajar en el ministerio para ganar dinero.
12. Que gobierne bien a sus hijos y su propia esposa
Los ancianos deben ordenar sus casas bien, con una familia sana, y con niños
(bajo su cuidado todavía) que sean creyentes y que se porten bien.
13. No ser recién convertido
Los ancianos no deben ser nuevos creyentes. Deben haber probado ya la
profundidad de su andar con el Señor, teniendo una historia adecuada de los
mismos (se recomienda que sea mimbro de la iglesia Alianza por lo menos dos
años antes de ser nombrado anciano)
14. De Buen testimonio ante los incrédulos
Los ancianos deben llevar una vida libre de hipocresía y respetable ante el
mundo inconverso.
15. No arrogante
Los ancianos deben ser sensibles, no tercos ni dados a formar opiniones acerca
de otros; más interesados en servir que en complacerse a sí mismo.
16. Amante de lo bueno
Los ancianos deben desear la voluntad de Dios en toda situación
17. Justo
Los ancianos deben ser imparciales basando sus decisiones siempre sobre
principios bíblicos.
18. Santo y dueño de sí mismo
Los ancianos deben ser reverentes, separándose del pecado continuamente,
dados a la oración, la lectura bíblica y cuidar de su propio andar con Cristo.
19. Que sepa retener la Palabra fiel conforme a la doctrina
Los ancianos deben ser establecidos en la fe, obediente a la Palabra de Dios,
buscando siempre ser controlados por el Espíritu Santo


SELECCIÓN DE ANCIANOS

Las Escrituras nos da evidencia de que los primeros ancianos fueron nombrados por los fundadores de las iglesias. Según éste ejemplo, esto implica que el liderazgo existente es la iglesia debe responsabilizarse para garantizar y perpetuar, la legitimidad del proceso e nombramiento de ancianos, establecido en las Escrituras. Así, la iglesia debe asegurarse de conservar una selección de líderes basada en las calificaciones espirituales y no superficiales. (Hechos 14:21-23; Tito 1:5)

Procedimiento de la selección de ancianos

En Octubre de cada año, el cuerpo de ancianos que esté sirviendo determinará basado en las necesidades del ministerio, el número de puestos (si hay alguno), que hay que llenar en ese año, e iniciará el siguiente proceso

1. La iglesia recibirá enseñanza sobre las calificaciones bíblicas para ancianos y
sobre su papel en la iglesia a la luz de la Biblia.
2. Con esa orientación, la iglesia tendrá el mes de octubre (30 días) para orar y
presentar nombres a los ancianos hombres, miembros de la iglesia por un año,
para considerar con candidatos para anciano.
3. Los hombres cuyos nombres sean presentados, serán informados y animados a
hacer una auto evaluación a la luz de las calificaciones bíblicas. Cualquiera
puede retirar su nombre de la lista en cualquier momento si realmente no aspira a
ser anciano (1 Timoteo 3:1) o si no se considera calificado adecuadamente.
4. El cuerpo de los ancianos conducirá una entrevista con cada candidato.
5. Los ancianos revisarán a cada candidato y seleccionarán a los aspirantes. Los
candidatos no seleccionados recibirán una explicación personal de por qué no
fueron seleccionados.
6. Los nombres de los posibles ancianos serán presentados a la membresía de la
iglesia, quienes tendrán los meses de noviembre y diciembre (60 días) para dar
razones por las cuales cualquiera de los candidatos no deba ser anciano.
Conforme a Mateo 5:24, cualquier miembro con tal limitación debe primero hablar
directamente con el candidato y si no hay solución y todavía existe una razón por
la cual dicho candidato no debe se calificado como anciano, el miembro debe ir a
los ancianos para tratarlo con ellos.
7. Al principio del mes de enero, los nombres de los candidatos aprobados serán
presentados a la iglesia el Día de Visión de celebración y planificación para el
nuevo año y confirmación y dedicación del liderazgo de la iglesia. Un quórum de,
por lo menos 60% de la membresía actual, debe estar presente para poder
confirmar y dedicar a los nuevos líderes así como reconfirmar y dedicar a los
ancianos actuales.
Período de servicio de los ancianos

La Escritura no define ningún período de servicio para los ancianos. Si no que cada anciano, en su nombramiento, será invitado a servir por un año, sujeto al análisis, recompromiso por el mismo anciano y reconfirmación por la iglesia cada año siguiente.

Durante el período de examen anual, cada anciano hará una auto-evaluación y como cuerpo de ancianos, se evaluarán a si mismos, tomando en cuenta siempre la calificaciones bíblicas como base de su evaluación.

Cualquier anciano puede terminar su servicio por su propia decisión contando con el voto unánime del cuerpo de ancianos.
Los ancianos que renueven su compromiso, serán nuevamente presentados a la iglesia en el mes de enero para afirmación y dedicación. La decisión de cualquier anciano de salir del cuerpo de ancianos no impedirá a su regreso a través del mismo procedimiento detalla do anteriormente.

Ancianos de “doble honor”

La Biblia indica un tipo de anciano de merecer “doble honor”, haciendo referencia a la remuneración que debe recibir el mismo que se dedica parcial o totalmente al ministerio de la iglesia. En la eventualidad de algún puesto vacante dentro del cuerpo de ancianos de “doble honor”, los ancianos se responsabilizarán una por conducir una búsqueda para llenar dicho puesto.
Una vez seleccionado, el candidato será presentado a la iglesia para confirmación y dedicación junto con el resto del cuerpo de los demás ancianos.


DIÁCONOS

EL PAPEL BÍBLICO DEL DIÁCONO
Así que, los doce convocaron a la multitud de los discípulos y dijeron: No conviene que nosotros descuidemos la Palabra de Dios por servir a las mesas. Escoged, pues, hermanos, de entre vosotros a siete hombres que sean de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes pondremos sobre esta tarea. Hechos 6:2-3

Los diáconos sirven bajo la dirección de los ancianos, encargados de las áreas de servicio necesarias para el funcionamiento de la iglesia, las cuales impedirán a los ancianos cumplir con su servicio bíblico. Fueron escogidos para un trabajo específico, según la necesidad. El Nuevo Testamento habla muy poco de su papel, poniendo énfasis, más bien, en sus calificaciones y no en definir su ministerio

Así mismo, los diáconos deben ser dignos de respeto, sin doblez de lengua, no dados a mucho vino no amantes de ganancias deshonestas; que mantengan el misterio de la fe con limpia conciencia. Que éstos sean probados primero y que después sirvan como diáconos, se es que son hallados irreprensibles. Las mujeres, asimismo, deben ser dignas de respeto, no calumniadoras, sobrias, fieles en todo. Los diáconos sean maridos de una sola mujer; que gobiernen bien a sus hijos y sus propias casas. 1 Timoteo 3: 8-12

1. Individuos de respeto
Los diáconos deben ser maduros, de buen juicio y carácter, entregado al Espíritu
Santo.
2. Sin doblez de lengua
Los diáconos deben demostrar auto disciplina sobre lengua. No debe tener mala
fama de decir una cosa a una persona, y otra cosa a otra persona.
3. No adicto al alcohol.
Los diáconos deben estar libres de adicciones y dispuesto a auto limitarse en sus
libertades por otros.
4. No amante de ganancias deshonestas
Los diáconos deben estar motivados sinceramente y ni motivarlos las finanzas.
5. Que mantengan el misterio de la fe
Los diáconos deben tener pleno conocimiento de las enseñanzas bíblicas y un
estilo de vida que las demuestre.
6. Con conciencia limpia
Los diáconos deben tener un record de obediencia a las Escrituras
7. Que se probado primero
Los diáconos deben haber probado que su andar con el Señor es real. (Se
recomienda que se miembro de la Iglesia Alianza por lo menos un año antes de
ser nombrado diácono.)
8. Las mujeres, asimismo, deben ser dignas de respeto, no calumniadoras, sobrias,
fieles en todo.
9. Marido de una sola mujer
Los diáconos deben estar comprometidos 100% con su esposa (“hombres de una
sola mujer”).
10. Que gobiernen a sus hijos y sus propias casas
Los diáconos deben ordenar sus hogares bien, con una familia sana y con niños
(que estén bajo su cuidado todavía) que se porten bien.

Selección de diáconos

Con el crecimiento de los ministerios de la iglesia alianza, la necesidad del liderazgo complementario de diáconos posiblemente será necesario. Es la responsabilidad de los ancianos decidir cuantos diáconos son necesarios para proveer el liderazgo necesario. Después iniciará el siguiente procedimiento:

1. La iglesia recibirá enseñanza sobre las calificaciones bíblicas para diáconos y sobre su papel en la iglesia a la luz de la Biblia.
2. Con esta orientación, la iglesia tendrá el mes de Octubre (30 días) para orar y presentar nombres a los ancianos de hombres, miembros de la iglesia por un año, para considerar candidatos para diácono.
3. Los hombres cuyos nombres sean presentados, serán informados y animados a hacer una auto-evaluación a la luz de las calificaciones bíblicas. Cualquiera puede quitar su nombre de la lista en cualquier momento si realmente no aspira ser diácono o si no se considera calificado adecuadamente.
4. El cuerpo de los ancianos conducirá una entrevista con cada candidato.
5. Los ancianos evaluarán a cada candidato y seleccionarán a los posibles diáconos. Los candidatos no seleccionados recibirán una explicación personal de por qué no fueron seleccionados
6. Los nombres de los posibles diáconos serán presentados a la membresía de la iglesia, quienes tendrán los meses de noviembre y diciembre (60 días) para dar razones por las cuales cualquiera de los candidatos no deba ser seleccionados. Conforme a Mateo 5:24, cualquier mimbro con tal limitación debe primero hablar directamente con el candidato y si no hay solución y todavía existe una razón por la cual dicho candidato no deba ser calificado como diácono, el miembro debe ir a los ancianos para tratarlo con ellos.
7. En el mes de Enero, los candidatos aprobados serán presentados a la iglesia el Día de Visión para el nuevo año y afirmación y dedicación del liderazgo de la iglesia. Un quórum de, por lo menos 60% de la membresía actual, debe estar presente para poder afirmar y dedicar a los nuevos líderes así como reafirmar y dedicar a los ancianos y diáconos actuales.

Período de servicio de los diáconos

La Escritura no define ningún período de servicio para los diáconos. Sino que, cada diácono, en su nombramiento, será invitado a servir por un año, sujeto al análisis y recompromiso por el mismo diácono y reconfirmación por la iglesia cada año siguiente.
Durante el período de examen anual, cada diácono hará una auto evaluación y recibirá evaluación de parte de los ancianos, tomando siempre las calificaciones bíblicas como base de su evaluación. Cualquier diácono puede terminar su servicio como diácono por su propia decisión o por voto unánime del cuerpo de ancianos.
Los diáconos que renueven compromiso serán nuevamente presentados a la iglesia en el mes de enero para afirmación y dedicación. La decisión de cualquier diácono de salir del cuerpo de diáconos no impedirá su regreso a través del mismo procedimiento detallado anteriormente.


Procedimiento para enmendar este documento

Este documento fue elaborado pro gente fiel pero no perfecta. En caso de que el Espíritu Santo indique la necesidad de hacerle cualquier cambio, los cambios sugeridos serían hechos a nivel de los ancianos.

Procedimiento para programar ministerios dentro de la iglesia

La filosofía del ministerio de la iglesia, junto con la visión dada por Dios, son las cosas que deben dirigir toda la programación de la iglesia. Nunca deben estar sujetas la visión, misión ni filosofía de la iglesia, a sus mismos a sus mismos programas. La planificación de cualquier ministerio dentro del ambiente de la iglesia necesita la aprobación de los ancianos antes de ser iniciado. Un posible ministerio debe ser presentado pro escrito a los ancianos para consideración. Una vez recibido por los ancianos, una entrevista con los miembros autorizados en dicho ministerio propuesto será conducida. Los ancianos harán una decisión después de un estudio de toda la información referente a la proposición.


Procedimiento para confrontación entre hermanos

El pecado habitual en la vida de un hermano amenaza al compañerismo y unidad de la iglesia, y últimamente deteriora el testimonio en la comunidad. (1 Juan 1:7; 2 Corintios 6:3). Por eso, la Biblia nos enseña a enfrentarnos unos con otros en amor cuando hay pecado entre nosotros. (2 Corintios 11:29; Lucas 17:3; Gálatas 6:1)
1. Si alguien tiene conocimiento de pecado habitual practicado en la vida de un
hermano, el debe ir personalmente y en privado a hablar con dicho hermano, (Mateo 18:15)
2. Si no hay evidencia de arrepentimiento debe reprender al hermano delante de 2 o 3 testigos (Mateo 18:17)
3. Si todavía persiste el hermano en su pecado, el asunto debe ser presentado delate de los ancianos. Si no hay arrepentimiento genuino, los ancianos llevarán el asunto a la iglesia (Mateo 18:17)
4. Después, si no hay arrepentimiento, la Escritura nos enseña quitar al hermano pecaminoso de la iglesia y romper el compañerismo con él, hasta que haya arrepentimiento genuino. (2 Tesalonicenses 3:14-15; 1 Corintios 15:11; Tito 3:10-11; 2 Tesalonicenses 3:6).
Este procedimiento es delicado y según las Escritura se debe hacer en una actitud de amor, humildad y motivado por un sincero deseo de ver arrepentimiento y restauración de parte del hermano en pecado. (Gálatas 6:1; Mateo 18: 21-35; Mateo 6:14-15; Efesios 4:32; Lucas 17:3) El mismo procedimiento bíblico se aplica cuando se trata de resolver problemas interpersonales dentro de la iglesia. En dado caso es la responsabilidad del creyente ofendido ir pronto al que le ofendió o a quien piensa había ofendido y hablar. Mateo 5:23-24; Efesios 4: 26-27)



Filosofía

La iglesia Evangélica Alianza está fundada sobre los siguientes principios:

1. Cada creyente es responsable de llevar un testimonio de crecimiento en su fe y
en su andar con Cristo.
A pesar de que sea verdad que sólo algunos tengan el don de evangelista, es
responsabilidad de cada creyente en Jesucristo alcanzar a quienes le rodean cotidianamente, y compartir Las Buenas Nuevas con ellos en palabra y en estilo de vida.
La efectividad de la iglesia se multiplica bastante cuando el 95% de los creyentes, no capacitados específicamente para evangelizar se movilizan a sembrar el evangelio. La Iglesia Alianza Evangélica ofrece adiestramiento para cada persona deseosa de obedecer a Dios en este aspecto, y ofrece eventos bien planificados donde se puede invitar a los amigos no creyentes a escuchar el mensaje.

2. Cada iglesia local tiene la responsabilidad de ganar con las Buenas Nuevas a su pueblo primero, después a su país, y después al mundo.

La Iglesia Evangélica no se considera una iglesia productiva hasta que esté enviando a sus propios miembros, ya adiestrados, a otros lugares para sembrar nuevas iglesias.
3. Cada miembro de la iglesia es un ministro, capacitado por Dios para el beneficio del cuerpo de Cristo.
Por eso, cada miembro tiene la responsabilidad de involucrarse en la edificación y maduración del cuerpo de Cristo. La Iglesia Alianza Evangélica desafía cada persona a entrenarse para servir en cualquier nivel del ministerio en la iglesia, descubriendo sus dones espirituales y utilizándolos.

Estrategia
La iglesia Alianza Evangélica de Aguachica es una iglesia distinta, no por sus propósitos, sino por su estrategia.

1. Ser una iglesia discipuladora
Es el reto de la iglesia Alianza evangélica de Aguachica llamar a cada creyente en la iglesia a adiestrarse para vivir una vida que cumpla con la gran comisión. iglesia Alianza de Aguachica ofrece entrenamiento especial para capacitar a cada persona que sea controlada por Dios y útil en la evangelización de Colombia y del mundo.

2. Construir una iglesia relacional
Cada miembro de la iglesia Alianza Evangélica de Aguachica es desafiado a construir relaciones integrales con amigos no creyentes a través de actividades comunes o ayudas comunitarias donde se pueda realizar una amistad real y fructífera para conversar sobre el evangelio. Los programas de ayudas comunitarias, inglés, música, OANSA, computación, manualidades, campamentos tienen el propósito de ayudarnos en el proceso de construir puentes con los no creyentes.

3. Proveer eventos evangelísticos
Iglesia Alianza Evangélica de Aguachica ofrece eventos evangelísticos periódicamente donde uno pueda invitar a sus amigos y familiares no creyentes con quienes está compartiendo el evangelio a nivel personal, y brindarles de esta manera la oportunidad de iniciar la relación más importante. Su relación con Dios.



COMO LLEGAR A SER MIEMBRO DE UN EQUIPO MINISTERIAL
EN LA IGLESIA ALIANZA DE AGUACHICA

Al recibir a Cristo en tu corazón y como Señor de tu vida, pasas a formar parte de la familia de Dios y su Espíritu empieza a morar en tu vida. Para cubrir las diversas necesidades de la iglesia Dios confiere dones espirituales para sus hijos.

Todo creyente tiene uno o más dones del Espíritu Santo, tu deber es descubrirlos, cultivarlos y ejecutarlos para beneficio espiritual propio y de la iglesia.

Reconocemos que el cuerpo de Cristo está compuesto por miembros independientes, cada uno capacitado únicamente por el Espíritu Santo con el propósito de edificar la iglesia. Por consiguiente, cada miembro debe identificar, adiestrar y buscar cómo utilizar su don dentro del ministerio de la iglesia con el apoyo afirmación del cuerpo. (Mateo 25:14-15; Romanos 12: 4-6:1; 1 Corintios 12 y 14; Efesios 4: 11-13)

Según la estrategia establecida en el Nuevo Testamento, la iglesia Alianza procura trabajar en todas las facetas del ministerio de la iglesia a través de equipos ministeriales. Por esa razón El cuerpo de ancianos nombrará los que son aprobados para el ministerio de la iglesia Alianza basado en unos criterios bien definidos.

Evaluación para ser aprobado para un ministerio de la iglesia

El cuerpo de ancianos nombrará los que son aprobados para el ministerio de la Iglesia alianza basado en los siguientes requisitos:
1. Leer y estar de acuerdo con los principios doctrinales y la
organización de la iglesia Alianza
2. Establecer la membresía con la Iglesia Alianza.
3. Cumplir con los cursos de adoctrinamiento establecido por los
ancianos.
4. Involucrarse activamente (asistir y apoyar en algún oficio) por lo
menos nueve meses regularmente a las reuniones de la iglesia, tanto
de los domingos como a los grupos pequeños.
5. Participar en un plan de capacitación personal establecido por los
ancianos.
6. Entrevistarse con el pastor o un anciano para determinar si está en
condiciones de servir.

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